La creencia común es que es difícil ganar al casino y que todo depende de la suerte que tengas en el momento adecuado. Esto es cierto en muchos aspectos, pero hay un juego en el que todo depende de ti: el Blackjack.
¿Cuál es la diferencia? Seguimos jugando contra un casino cuyas probabilidades de ganar son siempre mejores, ¿no? Pues no lo son. El primer y principal error de los que se inician en el mundo del juego es imaginarse el blackjack como una batalla contra el casino o como un juego de dados o ruleta, en el que se hace una apuesta y luego se confía la suerte a Lady Luck.
Aquí su trabajo es diferente: vencer al crupier que representa al establecimiento de juego. Esta es la diferencia esencial entre el blackjack y otros juegos de casino. No importa si juegas en un casino real o en su versión online.
A pesar de su carácter lucrativo, el blackjack no se adoptó inmediatamente en los casinos. Se cree que el antepasado del Blackjack moderno fue un juego francés «vingt-et-un» (veintiuno), que apareció en los establecimientos de juego locales en el siglo XIX, extendiéndose gradualmente por todo el continente y adquiriendo unas reglas más claras.
Por cierto, también fue popular en su día la versión española – «treinta y uno»-, en la que había que sacar esa cantidad con al menos tres cartas.
Sin embargo, a finales del siglo XIX, el Blackjack llegó a Norteamérica, convirtiéndose en uno de los primeros juegos legalizados en Nevada. La simplicidad de las reglas, la rapidez del juego y la facilidad para puntuar deberían haberla hecho atractiva para la mayoría de los clientes, pero la ruleta y los dados eran más populares entre los nativos americanos. Los propietarios de los casinos tuvieron que recurrir a varios trucos para atraer el interés.
Esto, por cierto, es lo que dio al juego su nombre moderno. Se concedía una bonificación de 10 a 1 por ganar con as y/o sota de picas (también conocido como blackjack). El juego pronto se asoció firmemente a esta combinación en Las Vegas.
Entonces, ¿qué hay que hacer para ganar un partido? Es muy sencillo: consigue más puntos que el crupier y el dinero será tuyo. En una partida estándar de Blackjack, el crupier te reparte dos cartas a ti y dos a ti, con una de sus cartas boca abajo.
Si obtienes un As en tándem con un Diez o cualquier carta con cara, tienes 21 puntos y es Blackjack. Tú ganas.
Si su total de puntos es inferior, debe evaluar la situación y tomar una decisión: dejar las cartas que tiene o pedir una/dos/tres más. Recuerda, si obtienes 22 puntos o más, es una exageración. Su apuesta se quemará y el crupier no tendrá que hacer nada más.
Así que hay que jugar con cuidado y no correr riesgos innecesarios. Recuerda que en el blackjack, la ventaja del casino es sólo del 0,5%, y ésa es tu oportunidad. Especialmente si juegas en un casino real o contra un crupier en vivo en un casino online. Haz que juegue contra ti y cometa un error. Deja que se devane los sesos y se pregunte si tiene suficientes puntos para ganar, o si debería coger otra carta y quemarla para tu disfrute.
Cuando juegue en un casino en línea, tenga en cuenta que el crupier siempre robará una carta hasta que alcance 17 puntos o más.
En cuanto a las reglas y estrategias específicas del juego, existe una tabla básica de combinaciones y varios métodos de juego, incluido el famoso conteo de cartas, introducido en su día por un grupo de estudiantes superdotados de la Universidad de Massachusetts.